martes, 26 de junio de 2012

Diario de Sueños 3 - Película de zombies

Esta ocasión tuve un sueño de película. Una película de Zombies que no eran Zombies y todo como suele ser, típico, un arma desarrollada por una organización que quiere tomar el poder mundial.

Este día era el estreno de la nueva cinta de Resident Evil, por ello me reuní con varios amigos para ir a verla en el mero día del estreno. Ya nos encontrábamos formados en el pasillo que daba directo a la sala en la que se proyectaría el filme. Todos estaban muy emocionados por verla. 
Finalmente la hora llegó, y se nos permitió la entrada a la sala.

Todo comenzó en un centro comercial en el cual yo me encontraba (en realidad fue un evento global, pero en ese preciso momento yo me encontraba ahí). 
Mi trabajo consistía en cuidar a una niña de 14 años que era inválida y se encontraba en silla de ruedas. Durante nuestro tiempo juntos yo le enseñaba mi manera de observar al mundo, de reflexionar las cosas, y como ella no podía camina, al menos entrenaba su mente.

De pronto un gran estruendo se escuchó fuera y olas de gente comenzaron a entrar al centro comercial. La niña con la que iba se alteró de inmediato. Para calmarla le recordé mis enseñanzas, le dije que se calmara y que analizara la situación, que identificara la fuente del problema para saber como reaccionar.
Los dos observamos hacia afuera de la tienda, el ruido aumentaba más y más. Una gran parvada voló de pronto desde el horizonte hacia donde nos encontrabamos y en ese momento un tornado comenzó a formarse frente a nosotros, segundos después un segundo tornado se formó y luego un tercero. Afuera todo era un caos.
En ese momento la niña que cuidaba pudo levantarse de la silla y corrió hacia los estantes de la tienda más cercanos y comenzó a escalarlos (para qué? no tengo idea).
Los tornados abanzarón hacia nosotros y en pocos segundos destruyeron todo el lugar.

Yo pude escapar, en un momento ya me encontraba cerca de la zona en donde mi hermano mayor vivía.
Pero cuando iba de camino a su casa un sujeto comenzó a seguirme, a empujarme y atacarme. Incesantemente me perseguía y yo me apartaba de él. Entonces, casualmente desde el otro lado de la calle mi hermano me vio siendo perseguido por este sujeto y corrió en mi ayuda.
Finalmente el sujeto me alcanzó y me agarró con fuerza, como un reflejo lo empujé rápidamente con tal fuerza que al caer se abrió la cabeza y una especie de pus verde comenzo a brotarle. Entonces mi hermano llegó conmigo. Me preguntó si estaba bien y qué había pasado. Pero cuando le iba a contestar aquel sujeto se puso de pie mientras toda su cabeza esta cubierta de esa repugnante substancia verde, y aún continuaba brotandole mucha. Entonces de nuevo corrió hacía nosotros gritanto como loco:
-Estoy lleno de pus. Ves, estoy lleno de pus y aún así me paro a comerte!
Entonces mi hermano y yo comenzamos a correr. Y mientras lo hacíamos nos dimos cuenta de que por todos lados la gente corría y gritaba, y otros tantos se comían a los demás. La ciudad ya estaba infestada de esos zombies llenos de pus verde.
Mi hermano y yo corrimos hasta que llegamos a unas escaleras eléctricas que se ubicabá en el exterior de un edificio. Pero no la tomamos por los escalones, sino que nos colgamos por uno de los lados. El plan era que el llegar arriba y el zombie nos siguiera bajariamos luego luego por el elevador, pero el zombie no siguió nuestro plan (obviamente) y él corrió por los escalones, lo que le dio más velocidad. De esa manera, cuando mi hermano, que iba más arriba en la escalera, llegó al siguiente nivel el zombie ya se encontraba ahí, así que entró al elevador y oprimió los botones de cerrar y de bajar. Pero en el preciso instante en que las puertas se cerraban, el zombie entró al elevador.
Justo antes de bajar, una lámina cortó mi mano de lado a lado, y entonces la sangre comenzó a brotar. Yo tomé el siguiente elevador. Los elevadores de ese lugar eran de cristal, por lo tanto pude ver en todo momento lo que ocurría en el elevador de abajo. Mi hermano lucha contra el zombie, forcejeaban y lo empujaba, pero la creatura estaba determina a comer. Y así ocurrió que antes de que las puertas se abrieran de nuevo mi hermano había muerto. El zombie salió del elevador y entró al edificio.

Al salir del elevador en el que iba, me di cuenta de que muchos más zombies se habían agrupado cerca del edificio así que decidí entrar y refugiarme. Corrí por uno de los pasillos y me metí en uno de los salones al azar.
Justo en el que entré se encontraba ocupado por una persona que  al verme entrar se sobresaltó y me apuntó con su arma. Levante las manos indicandole que no estaba armado y le dije que no era un zombie. Él confió en mi y continuó alistando el arsenal que tenía, una gran cantidad de pistolas, rifles y escopetas, las estaba cargando todas para salir y cazar zombies. Aseguré la puerta y de inmediato y fue en ese momento que me dí cuenta que el sujeto era Will Smith, Cazador de Zombies.
Tardó un buen rato en preparar todas sus armas. Durante ese tiempo comenzé a sentirme mal. Mareos y nauseas me afectaban, pero lo que más me preocupó fue un fuerte dolor que me dio en los dientes. Llevé mi mano hacía ellos y al tocarlos comenzaron a desprenderse de mi boca, en grupo calleron a mi mano llenos de sangre. No había duda, me había infectado con el virus que hacía zombie a la gente y no tenía cura para ello.

Will se dio cuenta de lo que ocurría y muy calmado tomó una pistola por el cañón y me ofreció. No quedaba de otra, o un tiro terminaba con mi vida o en pocos minutos estaría lleno de asquerosa pus verde intentando comerme a alguién. Pero amablemente rechacé la oferta de Will y giré el arma en su mano, ahora apuntaba hacía mi, me paré frente a él y con mi mano dirigí la suya hasta que me apuntó en la frente.
Lentamente pude notar como su dedo oprimía el gatillo. Di un profundo suspiro.

Entonces desperté.

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