martes, 25 de septiembre de 2012

Diario de sueños 4 - Experimentos

     Me encontraba en la oficina de las instalaciones junto con otros colegas, simplemente platicábamos mientras observábamos hacía el jardín de afuera lo que ahí pudiera ocurrir ya que no había ninguna situación que requiriera de nuestros servicios. 
En ese momento regresó Germán, un agente que volvía de una misión, él había cursado la universidad conmigo y era mi mejor amigo. Me dio mucho gusto verlo regresar a salvo y luego de nuestro tradicional saludo (un abrazo élfico) me contó como le había ido en su misión.

Unas horas después la Directora de la organización llegó a nuestra oficina y se dirigió a nosotros dos. Nos dijo que tenía una misión importante y que la siguiéramos. 
Mientras la seguíamos por los pasillos nos explicaba la situación. Según ella se había producido una brecha de seguridad y parecía que los invasores se encontraban en el nivel once y quería que el evento se atendiera con la mayor discreción posible, por eso nos lo encargaba a nosotros. La seguimos hasta los elevadores de servicio, eran algo pequeños ya que apenas cabíamos los tres. Mientras subíamos al nivel mencionado nos continuó explicando que los infiltrados estaban en el nivel de experimentos clasificados, incluso para nosotros, y que lo único que teníamos que saber era que debíamos neutralizar a todo aquel que no se identificara debidamente. 
Esto se nos hizo muy extraño a los dos. La directora continuó explicándonos que no podíamos confiar en nadie y que llegado el momento tampoco podríamos confiar entre nosotros, quizá desde ahora. Germán y yo nos miramos entre nosotros pensando si en verdad no podíamos confiar entre nosotros, pero él de inmediato comenzó a decirme cosas que sólo nosotros dos sabíamos.
En ese momento el elevador se abrió y la Directora nos empujó fuera de éste dejándonos en el último nivel de las instalaciones. Un acto muy sospechoso la verdad. Rápidamente nos formamos una teoría del por qué hizo eso, pero la mejor conclusión fue bajar al nivel once a ver que ocurría. Corrimos hacia las escaleras y comenzamos a descender por ellas saltándonos en ocasiones algunos de sus escalones. Luego de vuletas y vueltas en las escaleras de caracól, tan angostas que sólo uno de nosotros cabía a la vez, finalmente llegamos al nivel que buscábamos. 

La placa de la puerta sólo decía: Departamento de Experimentos. No tenía nombre del encargado ni nada parecido. Tras la puerta se encontraba un joven monitoreando una computadora, con él comenzó nuestro trabajo y lo interrogamos sobre los trabajos que ahí se desarrollaban. Nos respondió que no podía hablarnos de los trabajos que ahí se dasarrollaban pero que más adentro del laboratorio se encontraba el encargado del departamento, así que nos dirigimos al fondo. En ese lugar encontramos a una chica, que era la asistente del Doctor, ella nos explico en cual proyecto estaban trabajando: Experimentos geneticos que potenciaban los poderes síquicos de las personas.
En ese momento llegó el Doctor al laboratorio y le explicamos la situación en donde supuestos infiltrados hacían de las suyas en el laboratorio, él se extrañó y afirmó no haber visto nada raro, así que nos llevó a ver su más reciente experimento.
Se trataba de un bebe encerrado en una especie de jaula de vidrio y que tenía una enorme cabezota. A mi me pareció algo muy grotezco. Entonces el bebe se sentó y nos volteo a ver con una mirada muy extraña y en ese momento el Doctor comenzó a gritar y quejarse de un intenso dolor de cabeza mientras ésta comenzaba a crecer y deformarse, luego, cuando su cabeza obtuvo cierto tamañano, se calmó y nos empezó a atacar y con simples movimientos de sus brazos nos sacó volando hasta las paredes y cuando nos encontrabamos tirados en el suelo aprobechó para tomar al bebe y un visturí y salió corriendo del laboratorio.
Cuando nos recuperamos del golpe y nos pusimos de pie la asistente del Doctor, que se encontraba muy asustada, nos dijo hacía donde se había ido, tomamos nuestras armas y salimos en su búsqueda.
Seguimos un rastro de sangre que nos llevó hasta el otro lado de las instalaciones en el mismo nivel. Entramos a una especie de bodega en donde había cajas y cajas, entonces escuchamos un ruido al fondo de la bodega y lo seguimos, al llegar a la esquina del fondo vimos como el Doctor se encontraba parado en el rincón viendo hacia la pared, tomó el visturí y corto su cabezota hasta que por el hoyo pudo entrar el bebe a su cabeza. De pronto se volteó  y comenzó a atacar a Germán, luego de recuperarme de la tremenda impresión, comenzé a dispararle al Doctor directo en la cabeza, eso pareció aturdirlo un poco por lo que dejó de atacar a Germán y éste pudo dispararle también. Vaciamos todo el cargador de nuestras pistolas en él y creo que finalmente pudimos matarlo pero no encontramos al bebe.

Analisamos un rato la situación y decidimos que era tiempo para que la Directora nos diera algunas respuestas.

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